Hoy en día son muchas las personas que trabajan o realizan actividades sentadas y cada uno tiende a colocarse en una postura determinada. Por ejemplo, es muy típico deslizarse hacia adelante y redondear la lumbar o adelantar los hombros y la cabeza
¿Esto es bueno?
No. Principalmente porque esa mala postura siempre es la misma para ese individuo.
¿Esto produce dolor?
Pido comodín y prefiero responder en otro post. Que si no, este se puede alargar.
Aunque te diré que compras más papeletas para que te toque el premio si te sientas mal, no todo el mundo que lo hace tiene dolor de espalda….
Este post te lo voy a dividir en 2 partes: la científica y la real.
Vamos con la científica. Lo que debería ser:
La columna vertebral tiene diferentes curvas a lo largo de su recorrido. En la zona cervical y lumbar, al tener una forma cóncava, hablamos de lordosis y en la zona dorsal, al ser convexa, de cifosis. El respaldo de nuestro asiento debería tener unos apoyos que le permitan a la columna respetar sus curvas fisiológicas, ni aumentarlas ni disminuirlas.
Y una ligera inclinación posterior evita que la gravedad actúe directamente a través del eje longitudinal de la columna y disminuye la presión que se ejerce sobre los discos. Al tener esta inclinación disminuimos la intensidad de trabajo de la musculatura erectora y una mayor facilidad para mantener la columna en una posición estable durante todo el tiempo que necesitemos estar sentados.
En la imagen superior podemos observar diferentes posturas de la columna al sentarnos:
En la imágen A, la presión discal es máxima ya que el respaldo está a 90 grados. El peso recae sobre las últimas lumbares. A medida que bajamos desde las cervicales hacia el sacro, cada vértebra soporta más peso que la anterior.
En B, tenemos el soporte lumbar que evita la flexión lumbar excesiva pero mantenemos 90 grados. Es mejor que A pero no es suficiente.
En C, tenemos inclinación pero falta apoyo en zona lumbar.
La imagen D es la ideal ya que tiene el respaldo inclinado 110 grados y un apoyo lumbar. Así las curvas se mantienen y la presión discal es mínima.
Y en E, el apoyo colocado en la zona dorsal alta facilita una flexión lumbar excesiva aumentando así la presión discal en esta zona.
Vamos con la parte real. Lo que suele ocurrir:
No es fácil tener una silla que facilite todo lo anterior. No en todos lo puestos facilitan sillas adecuadas. Algunos sí pero muchas de ellas son regulables en varios puntos pero no en la inclinación del respaldo.
Vamos a tener en cuenta 2 cosillas:
- Intentaremos acercarnos lo más posible a todo lo anterior dentro de nuestras posibilidades, pero si apenas no podemos llevar a cabo nada de esto invertiremos más tiempo en el punto siguiente.
- Contrarrestar los malos hábitos posturales con más movimiento. Por ejemplo:
- Realiza descansos entre las horas de trabajo para moverte, aunque sea en la propia silla
- Practica un deporte fuera de tu horario de trabajo tan intenso como para contrarrestar esas horas que pasas sentado.
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Muévete en todos los planos.
- Un Pilates o Yoga bien ejecutado va a mejorar la activación de los músculos débiles y además te hará ganar conciencia de tu posición corporal.
- Por último, no te frustres, nadie está bien colocado todo el día. A lo que podemos aspirar es a estar MENOS TIEMPO en mala posición.
Rodrigo Guadián
Osteopatía y Pilates
Alcalá de Henares
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@rodrigoguadian